Lanzamiento del primer ser vivo al espacio cumple 60 años

Hoy se cumplen 60 años del lanzamiento del primer ser vivo al espacio, la famosa perra Laika, enviada en la nave Sputnik 2 como parte del programa espacial de la entonces Unión Soviética.
El Sputnik 2 fue la segunda nave espacial puesta en órbita alrededor de la Tierra, el 3 de noviembre de 1957.
Era una cápsula cónica de cuatro metros de alto con una base de dos metros de diámetro.
La misma contenía varios compartimentos destinados a alojar transmisores de radio, un sistema de telemetría, una unidad programable, más un sistema de control de regeneración y temperatura en cabina e instrumental científico.
En una cabina sellada y separada del resto viajaba la perra Laika, cuyo nombre original era “Kudryavka”, y pesaba unos seis kilogramos.
La cabina presurizada del Sputnik 2 le permitía estar acostada o en pie y estaba acolchada. Un sistema regenerador de aire le proveía de oxígeno; la comida y el agua se encontraban en forma de gelatina.
Laika estaba sujeta con un arnés, una bolsa recogía los excrementos, y unos electrodos monitorizaban las señales vitales.
Un primer informe telemétrico temprano indicó que la perra estaba agitada en el espacio pero comía. No había posibilidad de retorno a la Tierra, por eso se planeó sacrificarla después de 10 días en órbita.
Sin embargo, en octubre de 2002 se reveló por fuentes rusas que Laika había muerto a las pocas horas, debido al sobrecalentamiento y el estrés.
La misión suministró a los científicos los primeros datos del comportamiento de un organismo vivo en el medio espacial.

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