El verdadero valor
Beatriz García
Conforme vamos creciendo asignamos valor a cosas, momentos e incluso emociones y por consiguiente al sumergirnos en un entorno capitalista rápidamente entendemos que para conseguir cosas, al menos materiales, se requiere un tipo de papel especial: dinero.
Es entonces que pasamos nuestra vida preparándonos para obtenerlo, buscando un empleo, ser el más apto para un puesto, tener el CV adecuado, en fin todo lo necesario para tener un empleo que te dé a cambio lo más posible de dinero.
¿Y luego que pasa? La mayoría de las personas no se conforma y busca obtener más dinero ya sea con más horas de trabajo, trabajando días extra, consiguiendo un segundo empleo, en fin sacrificando lo que sea necesario.
Siguiendo este camino tendremos capacidad adquisitiva pero no oportunidad para disfrutarlo, nuestros hijos crecen y nos verán como fuente de ingresos y no de cariño, tendremos que gastar en médicos, los amigos ya no nos invitaran a salir, pues sabrán que siempre nos negamos, terminaremos viviendo solo para trabajar.
El tiempo, que es lo más preciado porque jamás se recuperará, lo habremos mal invertido y no habrá precio que nos haga recuperarlo, por eso ponte a pensar ¿cuánto tiempo te está costando tu salario?
¿Vale la pena realmente perder ese tiempo?
Lo más sano es aprender a medirlo, y es mejor hacerlo pronto porque el tiempo se nos acaba y es lo que verdaderamente tiene valor.