El trono del rey, el descanso del oprimido
Por Beatriz García
Es conocido que México es uno de los países con más horas de trabajo en la “jornada completa” legal, además se maneja un esquema de 6 días de trabajo por uno de descanso, esto si se tiene la suerte de trabajar en un lugar que respete la ley, aunque la triste verdad del mexicano es que en su mayoría trabajamos por lo menos 12 horas diarias, por 6 días a la semana (e inclusive algunas semanas las laboramos completas).
Con tanto tiempo por jornada laboral es natural que las personas se cansen y dejen de dar el 100% en su desempeño, acerca de este tema algunos países principalmente europeos, se han percatado que para un mejor rendimiento y por ende buenos resultados, se requieren menos horas de trabajo y menos días, ellos manejan un esquema de 4 días de trabajo por 3 de descanso.
Sin embargo esta situación está muy lejana de ser una realidad en México, lo peor es que tampoco podemos decir que por trabajar tanto tiempo tenemos un buen sueldo, o al menos un nivel de vida “decente”; la realidad es que esta explotación solo favorece a los dueños de donde trabajamos, de ahí que México es un gran lugar para la inversión extranjera: nos pagan poco, trabajamos mucho, damos ganancias altas.
Y con la situación cada vez más difícil es arriesgado renunciar a un empleo que nos dé un ingreso bajo, pero seguro, para buscar otro con mejores prestaciones de todo tipo, así lo único que nos queda es seguir aguantando, refugiándote en que pronto llegará el día de descanso, o bien en escapar al baño para poder tener un descanso de la muy amplia jornada que nos queda por delante, y sí lo sé, este “respiro”, que nos damos no huele nada bien, pero es lo que tenemos en nuestro México.