Dignidad y Amor Propio.
Paola Migoya / runamigoya@gmail.com / @pmigoya
El día de ayer el Presidente electo de los Estados Unidos dio su primera conferencia de prensa, en ella no solo volvió a refrendar que México si pagara el muro si no que en el minuto 59:49 empezó nuevamente su retorica contra de México, bravuconeando de que ya había salvado varios empleos en USA, como Carrier, Ford etc., y dijo que lo que implementaría es una serie de impuestos para aquellos productos que quisieran entrar al mercado norteamericano. Por ello hoy es necesario ser claros y proactivos, con una visión que tome en consideración los escenarios cambiantes para México. Más tarde el Presidente Enrique Peña Nieto ante el cuerpo diplomático en un discurso sin fuerza e insípido, reitero que México no pagara el muro.
Lo cierto es que el lenguaje de Trump sigue ninguneando al Estado Mexicano y hasta hoy no se ha presentado una postura contundente por parte del Gobierno Mexicano.
Ante un personaje como Trump no podemos tener una posición de debilidad si seguimos así la película no solo es de terror si no será un desenlace trágico.
Ante las declaraciones del Presidente electo Trump, México debe de tener un posicionamiento claro, estratégico y fuerte, porque ya de por si negociamos desde la debilidad, y eso lo saben bien es un Bully no es político ni estadista, se tiene que buscar negociación a través de estrategias jurídicas especializadas en torno a los acuerdos comerciales y tratados Internacionales.
Los temas que compartimos y son importantes para los dos países son; Seguridad, Terrorismo, Narcotráfico, Medioambiente, Salud, migración y por supuesto económico.
El escenario pinta desalentador cuando a lo largo de los años si bien el TLCAN ha traído grandes beneficios a México también mayor dependencia generando una posición de debilidad como nunca antes.
El peso ha perdido más del 20% de su valor desde que Trump inicio su campaña y 5%desde su victoria.
Debemos de esperar lo peor y prepararnos para ello con acciones que tengan objetivos claros.
Un ejemplo claro de la perdida de nuestra fuerza y soberanía reflejado en la importación del 80 % de nuestras gasolinas, otro ejemplo es la eliminación de los aranceles al maíz, frijol, azúcar y leche en, que fue la etapa final a la reducción de los controles a las importaciones agrícolas en México, como exige el TLCAN. Las importaciones de maíz blanco de EEUU. A México se han incrementado un 384 por ciento.
México ha descuidado sus intereses en un tema fundamental para la seguridad Nacional como es la “Seguridad Alimentaria”
La agricultura mexicana ha sido devastada por el TLCAN porque no está en condiciones de competir con los productores estadounidense, que se benefician de subsidios gubernamentales que son 20 veces más altos a los de México.
No contentos con ello hemos permitido los cultivos transgénicos que condenan a la esclavitud y dependencia de compañías inminentemente estadounidenses
Datos recientes nos demuestran que han desmantelado a la agricultura Mexicana.
Bajo el TLCAN, 8 millones de campesinos emigraron a las ciudades de México o a EEUU en busca de trabajo. No todos los campesinos que abandonaron el campo pueden ser absorbidos como mano de obra urbana, de manera que ir al norte se convierte en la válvula de escape para las presiones sociales que TLCAN produjo.
La renegociación del TLC puede ser benéfico para México, repensar la relación de dependencia tan estrecha que se tiene con el vecino del norte y mejorar nuestra competitividad.
El TLC impuso restricciones a muchas industrias, asi como acuerdos tácitos entre las dos naciones, como por ejemplo el desarrollo de un transporte ferroviario eficiente interconectado al país vecino para el transporte eficiente de mercancías. Tal y como sucede en Europa por ejemplo.
Otro ejemplo es el trasporte terrestre que si bien forma parte del TLC jamás se ha podido instrumentar por las protestas de los sindicatos de transportistas americanos, en la parte portuaria esta el proyecto del puerto de Ensenada que competiría con el puerto de San Diego siendo más eficiente y más barato, todo el comercio asiático en su mayoría preferiría ese puerto, este proyecto está vetado por el Gobierno Americano por que le bajaría mucho tráfico al puerto de San Diego.
Otro ejemplo del bloqueo a que la región prospere es el aeropuerto tipo HUB que sería en la península de Yucatán para ser el aeropuerto más importante de América Latina este aeropuerto competiría directamente con el aeropuerto de Miami.
Otra industria que se menciona como detonador de empleos e inversión en México que está vetada por los americanos es la industria del Hemp, que en México con su clima y condiciones seria más barato producirlo que en Estados Unidos, esta industria tiene beneficios alimentarios, industriales y de combustible mas ecológico que la gasolina.
Bill Clinton y el ex presidente mexicano Carlos Salinas prometieron que el TLCAN convertiría a México en una de las naciones industriales avanzadas. En lugar de ello, el crecimiento económico de México ha sido mediocre somos un país poco competitivo mucho menor que los países de América Latina que han optado por una relación más independiente con el mercado mundial.
Es por ello que ante la amenaza quizás lo mejor que nos podría pasar en un largo plazo es acrecentar nuestras fortalezas y ventajas competitivas así como una menor dependencia de nuestro vecino del norte.
Los efectos del TLC, desde los contratos petroleros a la economía rural, a los salarios de la clase obrera urbana, el TLCAN reorientó la economía mexicana para ajustarse a los intereses de las empresas basadas en gran medida en EEUU. El valor del salario mínimo en México ha caído un 44 por ciento, y el Banco Mundial estima que 70 millones de personas, casi la mitad de la población, viven en la pobreza.
México no forzó a Estados Unidos a firmar el TLCAN fue a la inversa.
Los mayores beneficiados con el TLCAN han sido los capitalistas estadounidenses.
Solo mediante la generación de empleos, e inversión así como mejorar la eficacia del Gobierno México puede hacerle frente a Trump. Pero siempre pensando que no hay mal que por bien no venga.