En Puebla, Robo de combustible negocio redondo
- El robo de combustible genera a delincuentes ganancias de 2 millones de pesos al día: Pemex
- En la entidad se han detectado más de 10 mil puntos de venta de gasolina ilegal: Onexpo
Enrique Luna/ Reportero
Twitter @Enrique_LunaP
El pasado miércoles 3 de mayo la comunidad de El Palmarito, Puebla se convirtió en un campo de batalla que dejó como saldo ocho muertos, la mitad militares quienes pretendían desarticular bandas criminales especializadas en el robo de combustible que operan en la zona, obteniendo ganancias de al menos 2 millones de pesos al día.
Mejor conocidos como “huachicoleros” estos criminales incrementaron en tres años sus ganancias en mil 233 por ciento debido a que ninguna autoridad intervino para evitar que miembros del crimen organizado “hicieran negocio” con los hidrocarburos refinados por Petróleos Mexicanos (Pemex).
Información de la paraestatal confirmó que de 2011 a 2014 los “chupaductos” poblanos obtenían ganancias de 150 mil pesos diarios, sin embargo, entre 2015 y 2016 aumentaron multiplicaron sus ganancias por 10 veces.
Por la gran capacidad económica que mafias “huachicoleras” han obtenido los últimos años muchos de sus integrantes también se han especializado en el robo de camiones y pipas que transportan combustible, mismos que dejan formar parte de las empresas asaltadas que ya no recuperan sus unidades.
Desafortunadamente la falta de interés de la autoridad por combatir el delito e demuestra en el número de denuncias, por ejemplo en Puebla durante el 2015 hubo 703 denuncias por el robo de gasolina, mientras en 2016 la cifra disminuyó a tan sólo 404 a pesar que el delito ha ido en aumento.
Por otra parte Pemex confirmó un quebranto de 7 mil millones 667 mil pesos al día durante los años 2015- 2016 por la ordeña ilegal, de los cuales el 26 por ciento se concentra en el estado de Puebla.
Lo anterior se demuestra con el hallazgo de cada vez más tomas clandestinas, según la paraestatal en el estado de Puebla en el 2015 había 748 tomas detectadas, incrementándose un año después el número alcanzando el pasado 2016 mil 633, principalmente en los municipios que integran el afamado “Triángulo Rojo”.
Confirmando la información anterior el director de la Oficina Coordinadora de Riesgos Asegurados (OCRA) confirmó que en los estados de Puebla y Veracruz el robo de combustible ha resultado ser para los delincuentes “un negocio redondo” porque además de vender el combustible, también chatarrizan las unidades que lo transportaba.
Diez mil puntos de gasolina ilegal: Onexpo
El líder de la Organización de Expendedores de Petróleo (Onexpo) en Puebla, Rafael Zorrilla Alanís dio confirmó que en los estados de Puebla, Veracruz y Tlaxcala existen 10 mil puntos de venta de gasolina ilegal provocando que la venta legal de hidrocarburos haya caído hasta 70 por ciento.
Por ejemplo en Puebla las ventas de gasolina legal han caído 50 por ciento, mientras en el municipio de San Martín Texmelucan esta se incrementó a 70 por ciento provocando el cierre de decenas de gasolineras en la zona.
Reveló que el “ huachicol” comercializa su gasolina robada desde talleres mecánicos, mercados ambulantes y domicilios particulares que no son sometidos a ningún tipo de verificación administrativa ni por las autoridades ni por Pemex.
Por lo anterior el empresario exigió al gobierno federal que envíe miembros de las Fuerzas Armadas a vigilar los oleoductos para evitar que delincuentes los perforen en complicidad con autoridades policiacas municipales, así como reforzar la seguridad en gasolineras para que sus dueños ya no sean extorsionados.
Además Zorrilla Alanís recalcó que en la zona del Triángulo Rojo una gasolinera vendía 10 mil litros de combustible diarios, sin embargo con el aumento del mercado negro indicó que sólo venden entre dos mil y tres mil litros diarios, una caída del 70 por ciento.
“Es imposible que una gasolinera venda combustible robado porque el sistema de inventarios está conectado a Pemex, al SAT y fácilmente las autoridades saben si llegó una pipa a una gasolinera que no haya sido cobrada y facturada”, abundó.
Autoridades no atienden denuncias (Amegas)
Por su parte la Asociación de Empresarios Gasolineros (Amegas), Pablo González acusó a las autoridades de no atender las denuncias en contra de personas o empresas que venden combustible robado.
“Habrá gasolineras que vendan gasolina robada, pero, afirmó, no hay autoridades que se hagan cargo de las denuncias. Son denuncias que presentamos en el municipio, en Pemex, ante las autoridades estatales, y terminamos en la PGR”, aclaró.
También admitió que “huachicoleros” han amenazado a sus integrantes para que les compren combustible robado, indicado que nadie se hace responsable de las mismas porque la autoridad no resuelve las denuncias respectivas.
El presidente de Amegas afirmó que el robo de combustible “está fuera de control” debido a que las autoridades de gobierno y de Pemex se han beneficiado del ilícito golpeando directamente a las empresas expendedoras legalmente establecidas que viven en incertidumbre constante.
“Si los gasolineros rentamos los nueve mil kilómetros de ductos para transportar la gasolina, nada nos garantiza que va a llegar bien el producto”, indagó.
En Puebla se roban el 34 por ciento de la gasolina en el país
Informes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) confirmaron que el tramo de gasoducto Minatitlán hasta la Ciudad de México que cruza los municipios de Palmar de Bravo, Quecholac, Tecamachalco, Acatzingo y Tepeaca concentran 34 por ciento de las gasolina robada en el país.
Para llegar a la Ciudad de México, el ducto viene de Cumbres de Maltrata, es decir del Pico de Orizaba. Literalmente, el ducto de Pemex va cayendo. Si detectan una fuga, la pueden cerrar, pero la fuerza de gravedad se encarga de que todo lo que ya pasó siga fluyendo por todos los municipios del huachicol.
También las áreas de inteligencia del Gobierno Federal han admitido que personal de confianza de Pemex está involucrado en el negocio, al igual que trabajadores de Pemex quienes inclusive han construido tomas clandestinas de combustible.
Se dice que con seguetas, serruchos, es decir con cosas absolutamente rudimentarias y caseras, le hacen un hueco al ducto y se crean literalmente albercas de combustible, donde la gente se reúne y enfrentan un gran riesgo.
La gente a veces quiere dinero extra, son comunidades pobres. Según el diagnóstico oficial, el 44% de la gente que vive en esas comunidades recibe el apoyo de programas sociales, de Prospera, de Liconsa, pero no dejan ser comunidades pobres.